Trastornos Mentales más comunes en México

 

¿CUÁLES SON LOS TRASTORNOS MENTALES MÁS COMUNES ENTRE LOS MEXICANOS?:

La enfermedad mental es una alteración sostenida de tipo emocional, cognitiva y/o de comportamiento. Debido a esto, pueden quedar afectados procesos psicológicos básicos como la emoción, la motivación, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Estos síntomas dificultan que la persona se adapte al entorno cultural y social en el que vive, lo que puede provocar alguna forma de malestar subjetivo, como la baja autoestima o sentimientos de culpa.

La salud mental es importante para que las personas puedan desarrollarse plenamente en el mundo en el que vivimos, con el estrés, el nivel de trabajo, las dificultades familiares, la presión y las exigencias de nuestro día a día, no es tan fácil mantener un óptimo equilibrio mental y esto ocasiona enfermedades.

Cómo determinar la enfermedad mental que padeces

A veces es difícil determinar qué enfermedad mental puede estar causando los síntomas. Pero tomarse el tiempo y el esfuerzo para obtener un diagnóstico preciso ayudará a determinar el tratamiento apropiado. Cuanta más información tengas, más preparado estarás para trabajar con su profesional de salud mental y comprender lo que pueden representar tus síntomas.

Los síntomas característicos de cada enfermedad mental se detallan en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5, Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría). Los profesionales de salud mental utilizan este manual para diagnosticar trastornos mentales, y las compañías de seguro lo usan para reembolsar el costo del tratamiento.

Los trastornos mentales más comunes en México:

DEPRESIÓN

De acuerdo a la OMS, el 9.2% de la población global ha padecido un episodio de depresión, y una de cada cinco personas sufrirá por lo menos un episodio antes de llegar a los 75 años.

La depresión es uno de los padecimientos más frecuentes entre la población y está relacionada con otras conductas como adicciones, suicidio y violencia.

Todo el mundo atraviesa periodos de tristeza, de soledad o de infelicidad. Los acontecimientos cotidianos y nuestras reacciones ante ellos, afectan a veces a nuestra paz interior. Pero cuando los sentimientos duran semanas o incluso meses, impidiendo que volvamos a adoptar una visión sana de la realidad, es posible que nos hallemos ante una depresión.

El trastorno depresivo es una enfermedad que afecta al organismo, el ánimo, la manera de pensar y actuar. La falta de autoestima, el maltrato infantil y pensamientos negativos sobre sí mismo y los demás, son factores psicológicos de riesgo que favorecen la aparición de la depresión. Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. Tampoco indican debilidad personal ni es una condición de la cual uno pueda liberarse a voluntad.

La depresión se caracteriza por:

  • Poca energía, fatiga, alteraciones en el sueño o apetito.
  • Estado de ánimo triste o ansioso de forma persistente, irritabilidad.
  • Falta de interés o pérdida de placer en actividades que comúnmente causaban cierta satisfacción.
  • Dificultades para llevar a cabo sus actividades cotidianas, problemas de concentración, dificultad en las actividades sociales o escolares.
  • Este trastorno es una enfermedad del cerebro ya que se ha detectado una disminución en la producción de serotonina y dopamina, sustancias relacionadas con los estados de ánimo lo que se corrige con los medicamentos antidepresivos.


AUTISMO 

El autismo se caracteriza por una deficiencia en la interacción y comunicación social; aparece antes de los tres años de edad.

Algunas de las manifestaciones son:

• Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros de su edad.
• No mostrar o señalar objetos de interés.
• Retraso o ausencia del lenguaje oral, en cambio se generan gestos o
mímica.
• En niños con habla adecuada, incapacidad para mantener una conversación con otros.
• Movimientos motores repetitivos como sacudir o girar las manos o dedos.


TRASTORNOS DE ANSIEDAD 

La ansiedad es una emoción que sirve para la adaptación, pues prepara al individuo para la acción, contribuyendo así a la supervivencia. Pero la ansiedad se torna dañina cuando su intensidad es persistente. Se identifica por la presencia de estados de intranquilidad, desesperación, temor y preocupaciones excesivas.

Las personas que padecen un trastorno de ansiedad ven afectado su entorno social. Se ha demostrado que genera mayor discapacidad que otras enfermedades crónicas, tales como la artritis, diabetes e hipertensión; e igual que las enfermedades cardiovasculares.

Estrés

Es la respuesta del organismo para responder a la demanda física o psicológica fuera de lo habitual, que provoca un estado de tensión. Ocurre ante la adaptación de nuevas circunstancias, una vez que el organismo responde y logra el equilibrio, se regresa al estado previo. El estrés se vuelve un problema cuando la persona, está expuesta por un tiempo considerable a factores que generan dicho trastorno, provocando tensión muscular, dolor de cabeza o síntomas gastrointestinales, entre otros.

Crisis de angustia
Se caracteriza por la aparición súbita de miedo, pavor o terror, aparecen síntomas como falta de aliento, palpitaciones, opresión o malestar en el pecho, sensación de atragantamiento o asfixia y miedo a perder el control.

Agorafobia
Se caracteriza por la aparición de ansiedad o comportamiento de evitación en lugares o situaciones donde escapar pueda resultar difícil.


 Claustrofobia
Consiste en un miedo a los lugares cerrados como elevadores, túneles, etc, por las posibles consecuencias de estar en ese lugar, como quedarse encerrado o a la asfixia, provocando ansiedad, malestar o mareo.

Fobia Social
Se caracteriza por la presencia de ansiedad de forma intensa en respuesta a situaciones sociales o participaciones en público, y el miedo hace que la persona se paralice y prefiera evitar a toda costa estas situaciones. (Fiestas, hablar a un público, exponer frente a un grupo)


 TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

Las alteraciones de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia, se caracterizan por la inconformidad del aspecto, miedo intenso a ganar peso y una alteración significativa de la percepción en forma y tamaño del cuerpo.
Ambos trastornos inician en la adolescencia y las mujeres los presentan en una prevalencia de 2% mientras que en hombres es de un 0.8:
 En el caso de la anorexia, las personas inician con la disminución en el consumo de alimentos, excluyen de su dieta toda la comida con alto contenido calórico y finalmente la dieta se torna limitada.

Aunque empiecen a perder peso, el miedo y la percepción de su aspecto físico no desaparece, por el contrario va en aumento. Las personas con anorexia presentan un peso corporal por debajo del nivel mínimo para su edad y altura.

Las personas con bulimia presentan episodios de atracones de comida y realizan métodos compensatorios para evitar el aumento de peso. Los atracones de comida son acompañados de una sensación de falta de control y pueden durar hasta que ya no pueda más, incluso hasta llegar a sentir dolor.

Después del atracón, realiza métodos compensatorios para evitar el aumento de peso, entre los más comunes se identifican la provocación del vómito, el uso excesivo de laxantes, enemas y diuréticos. Los individuos con este trastorno pueden estar sin comer uno o más días, o bien realizar ejercicio físico intenso, en un intento por compensar el alimento ingerido durante los atracones. Estos son algunos síntomas:

Anorexia nerviosa

  • Ausencia de hambre, sed, fatiga o sueño.
  • Miedo excesivo a aumentar de peso.
  • Restricción voluntaria de alimentos con la intención de bajar peso.
  • Disminución o ingesta excesiva de agua o líquidos. 
  • Al comer, la persona corta los alimentos en trozos exageradamente pequeños.
  • Aumento de la actividad física, en ocasiones compulsivamente. 
  • Disminución drástica del peso y masa corporal.
  • Ausencia de menstruación en las mujeres. 

Bulimia nerviosa

  • Percepción persistente de hambre.
  • Sentimientos de culpa al ingerir algún alimento.
  • Atracones y almacenamiento de comida en privado.
  • Restricción de comidas con otras personas y rechazo de comidas sociales.
  • Aumento del ejercicio para un mayor gasto de energía.
  • Sed constante y aumento de la necesidad de orinar.


TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

La inatención, la hiperactividad y la impulsividad son los comportamientos clave del TDAH. Es normal que los niños a veces no presten atención o sean hiperactivos o impulsivos, pero en el TDAH, estas conductas son más severas y ocurren con mayor frecuencia. Para recibir un diagnóstico de este trastorno, un niño debe tener síntomas durante seis meses o más y en un grado mayor del que presentan otros niños de la misma edad.

Los niños que tienen síntomas de inatención pueden:

  • Distraerse fácilmente, no percibir detalles, olvidarse de las cosas y con frecuencia cambiar de una actividad a otra.
  • Dificultad para concentrarse en una sola cosa o aprender algo nuevo.
  • Aburrirse con una tarea a tan sólo unos minutos de haberla iniciado, excepto que estén realizando una actividad placentera.
  • Parece que no escuchar cuando se les habla.
  • Dificultad para procesar información de forma rápida y precisa como los demás.
  • Dificultad para seguir instrucciones.

Los niños que tienen síntomas de hiperactividad pueden: 

  • Estar inquietos. 
  • Hablar sin parar. 
  • Ir de un lado a otro, tocando y jugando con todo lo que está a la vista.


Los niños con síntomas de impulsividad pueden:

  • Ser muy impacientes.
  • Mostrar sus emociones sin reparos. 
  • Tienen dificultad para esperar por cosas que quieren, por ejemplo como esperar su turno en los juegos.

OTROS TIPOS DE ENFERMEDADES MENTALES PUEDEN SER:

  • Trastornos del neurodesarrollo: Esta clase abarca una amplia gama de problemas que generalmente comienzan en la infancia o niñez, a menudo antes de que el niño comience la escuela primaria. Algunos ejemplos incluyen el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y trastornos del aprendizaje.
  • Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: Los trastornos psicóticos causan pérdida de contacto con la realidad, como delirios, alucinaciones y pensamiento y habla desorganizados. El ejemplo más notable es la esquizofrenia, aunque a veces se pueden asociar otras clases de trastornos con la pérdida de contacto con la realidad.
  • Trastorno bipolar y trastornos relacionados: Esta clase incluye trastornos con episodios alternados de manía (períodos de actividad excesiva, energía y excitación) y depresión.
  • Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados: Estos trastornos implican preocupaciones u obsesiones y pensamientos y acciones repetitivos. Algunos ejemplos incluyen el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de acumulación y la tricotilomanía.
  • Trastornos relacionados con el trauma y el estrés: Estos son trastornos de adaptación en los cuales una persona tiene problemas para lidiar con una situación estresante de la vida durante o después de esta. Algunos ejemplos incluyen el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno de estrés agudo.
  • Trastornos disociativos: Estos son trastornos en los cuales el sentido de sí mismo se ve alterado, como el trastorno de identidad disociativa y la amnesia disociativa.
  • Síntomas somáticos y trastornos relacionados: Una persona con uno de estos trastornos puede tener síntomas físicos que causan una gran angustia emocional y problemas de funcionamiento. Puede o no haber otra afección médica diagnosticada asociada con estos síntomas, pero la reacción a los síntomas no es normal. Los trastornos incluyen el trastorno de síntomas somáticos, el trastorno de ansiedad por enfermedad y el trastorno facticio.
  • Trastornos de eliminación: Estos trastornos se relacionan con la eliminación inadecuada de orina o heces por accidente o a propósito. Mojar la cama (enuresis) es un ejemplo.
  • Trastornos del ritmo circadiano: Se trata de trastornos del sueño lo suficientemente graves como para requerir atención clínica, como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas.
  • Disfunciones sexuales: Estas incluyen trastornos de la respuesta sexual, como la eyaculación precoz y el trastorno orgásmico femenino.
  • Disforia de género: Esto se refiere a la angustia que acompaña al deseo declarado de una persona de ser de otro género.
  • Trastornos de mal comportamiento, control de los impulsos y de la conducta: Estos trastornos incluyen problemas de autocontrol emocional y conductual, como la cleptomanía o el trastorno explosivo intermitente.
  • Trastornos relacionados con las sustancias y las adicciones: Estos incluyen problemas asociados con el uso excesivo de alcohol, cafeína, tabaco y drogas. Esta clase también incluye el trastorno del juego compulsivo.
  • Trastornos neurocognitivos: Los trastornos neurocognitivos afectan la capacidad para pensar y razonar. Estos problemas cognitivos adquiridos (en lugar de problemas de desarrollo) incluyen el delirio, así como trastornos neurocognitivos debidos a afecciones o enfermedades como lesiones cerebrales traumáticas o la enfermedad de Alzheimer.
  • Trastornos de personalidad: Un trastorno de la personalidad implica un patrón duradero de inestabilidad emocional y comportamiento poco saludable que causa problemas en la vida y en las relaciones. Algunos ejemplos son los trastornos límite, antisocial y narcisista de la personalidad.
  • Trastornos parafílicos: Estos trastornos incluyen el interés sexual que causa angustia o impedimento personal o causa daño potencial o real a otra persona. Algunos ejemplos son el trastorno de sadismo sexual, el trastorno voyerista y el trastorno pedófilo.

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